No me tocó la lotería. Lástima, no me voy a poder retirar a hacer de vidente por las ferias…

Sin embargo, he tenido la suerte de pasar tres diitas en Valencia, una ciudad en la que ya había estado, pero que no conocía. Me gusta Valencia, creo que sería capaz de vivir por allí (aunque seguramente también echaría de menos mi tierra ;-).

Lo bueno de viajar aunque sea por trabajo es que ves cosas. Lo malo es que tienes que trabajar…

Además, si coincide tu viaje con la recepción de un Robosapien…

… que has pedido a ThinkGeek…

Si es que no puedo tener dinero en el bolsillo… ya contaré que tal va el juguetito, que aún no me ha dado tiempo a probarlo bien.

Hablando de juguetitos,… Estaba yo saliendo del avión ya en Granada cuando le pregunté al sobrecargo, inocentemente, algo así como «¿podría hacerle una foto a la cabina?». Y el comandante, que era muy simpático pero tenía muy mal pulso, me cogió del brazo y me dijo: «venga, pasa para dentro y coge los mandos, que ya te hago la foto yo». Y allí me vi, rodeado de lucecitas, alucinado.

Por cierto que los asientos de la cabina de los aviones de Iberia no son mucho más amplios que los del pasaje (aunque más cómodos, eso si).

Le habló un arkángel resumiendo a trompicones.