Este finde ha tocado otra vuelta por la capital del reino. Afortunadamente no nos hemos topado con ningún tanque, que tenía yo mis dudas…

Dejando un poco de lado los asuntos personales, la excusa fundamental esta vez ha sido el musical de Queen: We will Rock You.

Y la verdad es que disfruté como un enano señor bajito. Pero con matices… Creo que una gran parte de la culpa de que me gustara el espectáculo la tienen los asientos que nos consiguieron, primera fila a un palmo de los músicos (que están bajo el escenario). Una gozada poder estar escuchando los comentarios que hacían entre ellos y algún que otro guiño con los actores.

De hecho, del tiempo que no estuve mirando a los músicos yo casi que quitaba un 20%. Alguna canción versionada no se me llegaba a atragantar, pero casi. Y hubo un momento en que me pareció estar viendo a Aladdin cantando un tema con fondo musical de Queen, no se si saben a lo que me refiero.

Sin embargo (hecho ese paréntesis) a cualquiera que le guste Queen le va a gustar este musical, y a cualquiera que disfrute con los musicales, pues también.

Le habló un arkángel rocking you.