Reactivando, reactivando, sí, unodós, unodós, ¿sí? Sí.

Vamos allá, es que estamos algo perezosos. Claro que cuando lo más emocionante que le pasa a uno (y que se pueda contar por aquí) es que se ha comprado una eyetoy, pues… Y ya, ya se que voy con retraso, y que ahora la que mola es la Wiiiiii (con más íes mola incluso más).

Pero ya se sabe, estas entradas después de cierto tiempo sin pasar por aquí suelen ser bastante ñoñas.

Estamos, como quien dice, metidos en pascuas, una época tan absurda como gastosa que lo único bueno que tiene es que puedes beber anís en la oficina (sin esconderte en el servicio). Este año he pensado en rellenar una del mono con absenta, para reirnos un rato del jefe o quien se tercie.

El problema será el color, pero diré que es verde porque son restos de la cesta de navidad de hace dos años, a ver si cuela.

Ay, la navidá… En estas fechas tan entrañables (me quiedo dirigid a todos los españole) uno recibe estímulos positivos por todos lados: paz alegría y felicidad por doquier, se sonríe a los compañeros de trabajo, se embrorracha uno con los amigos, ayuda a las viejecitas a cruzar la calle… Pos una mierda. Yo no tengo ganas ni de cruzar viejecitas ni de lo demás.

No es que sea yo antinavideño de esos (aunque un poco sí), es que estoy desganao. Y cansado, además.

Terminando un post inconexo en el que no se dice nada, pero que me resultaba necesario. Vuelvo a los orígenes de momento (ya ya saben, ustedes disimulen).

Le habló un arkángel retomando rutinas necesarias.