Rompo mi racha de silencio con Superman Returns, una de esas que «hay que ver a la fuerza». Una forma como cualquier otra, que con estos calores lo que me apetece no es ponerme a contar penas.

Este Superman es más… más Spiderman. Quiero decir, más humano, cercano. Con más problemas (o más evidentes), fundamentalmente en el tema de los amoríos, aunque también se hace más perceptible su vulnerabilidad.

Esto no quiere decir que el del tirabuzoncillo sea frágil; ni mucho menos, si por algo se caracteriza es porque es el único superhéroe que es capaz de hacer cualquier cosa si realmente se lo propone (moralina, tal y cual). Pero es lo que se espera de él, ¿no? Si lo ves con los mismos ojos que cuando viste por primera vez a aquel tío volando, todavía te quedas con la carilla de gilipollas :)

En resumen, a mi no me ha decepcionado: fui a ver a un tío con los calzoncillos rojos por fuera, y a escuchar esa musiquilla (que se nos metió bien a un par de generaciones), y he disfrutado. Palomitas incluidas.