CrucesCruzadas


Antes de nada, unas pequeñas notas aclaratorias: a mi no me gustan ni las sevillanas músicas tradicionales andaluzas (el flamenco sí, pero es otro tema), ni el fino (soy más de cerveza, o de otros vinos), ni lo que es el jaleo de una barra en la calle. A partir de aquí, veremos qué se puede construir.

Este fin de semana puente Granada ha sido (y continuará esta tarde tras una mañana de breve receso) un enorme botellón, bastante caótico. El sábado, por ejemplo, la policía local se vio obligada a cortar los accesos a la zona de la plaza de toros porque estaba literalmente tomada por gente con ganas de fiesta, alcohol, y cachondeo. La excusa era el día de la cruz, una tradición granadina que se remonta siglos atrás, y que hasta ahora consistía en eso mismo (una macrofiesta en toda la ciudad), pero a la sombra de un armazón metálico decorado con claveles. Desde que yo tengo memoria ha sido un botellón organizado y consentido.

Si hoy hablas en Granada con cualquier persona de más de 30 o 40 años, máxime si vive cerca de una de las zonas afectadas (sospecho de una maruja que debe saber algo de esto, la pobre), no te dirá otra cosa que esto-es-una-vergüenza, como-se-pueden-divertir-así, o similares. Probablemente lleven razón. El trasiego de ambulancias (es un decir, porque se quedaban atrancadas en la aglomeración de tráfico) con intoxicaciones etílicas, los verdaderos ríos de calimocho o cerveza ya procesados (o a-mitad-de, que es peor),… Una situación bastante caótica, ciertamente.

El problema, la causa de todo esto, es que lógicamente estamos pagando nuestra catetez, o quizá más bien la de nuestros políticos. Como somos tan listos en Graná y vimos que el día de la cruz se estaba desmadrando en los últimos años, pues lo solucionamos (ellos, nuestro alcalde y allegados) por la vía rápida: si el día de la cruz cae en un puente acojonante, lo ignoramos, y decimos que empieza el lunes a las 12 de la noche, hasta las 12 del martes. Así, pensarían nuestros queridos y bienintencionados mandatarios, concentramos el mogollón a un solo día (que además en Granada es incomprensiblemente laborable, siendo esta la única verdadera fiesta granaína con hecho diferencial), y eliminamos problemas.

Perdonen el improperio, pero, y una polla. Ésta es la auténtica técnica del avestruz (que por cierto, no esconde la cabeza, pero esa es otra historia), el «vamos a mirar para otro lado a ver si no pasa nada». Pero ha pasado, y si no ha habido alguna que otra desgracia, que no lo se, seguro que no ha sido por el buen hacer de la «organización», sino porque la gente después de todo no se descontrola tanto, ni es tan agresiva, ni tan inmoral como algunos dicen.

Claro que para el año que viene podemos cortar por lo sano. A tomar por el culo el día de la cruz (cosa que a mi personalmente no me molestaría demasiado, como decía al principio): ponemos 10 o 12 antidisturbios en cada plaza, con unos 100 calculo que tendriamos, y sale más barato que la limpieza de la porquería que se genera estos días. Porque hay que ver como es la gente, les decimos que el día de fiesta es solo uno (porque nos ha salido a nosotros del alma), y ellos van, y nada, a divertirse cuando les da la gana. Seguro que son comunistas de esos. O anarquistas, que es peor.

Y digo yo,… ¿No habrá más gente por ejemplo en Pamplona en época de sanfermines? ¿No molestará más una mascletá, o que arda una figura de 10 metros en la puerta de tu casa, como quien dice? Parece que no. Porque seguramente la gente de las ciudades de los ejemplos que menciono es algo más inteligente, menos cateta, y ha sabido ver el lado positivo a todo esto, aprovechándolo. El día de la cruz a día de hoy es un verdadero problema en Granada, no lo dudo. Precisamente porque los políticos lo ven como un problema que se tienen que quitar de enmedio de la manera menos dolorosa posible, como quien se corta el dedo gangrenado antes de que siga pudriendo el resto de la mano. Porque en Graná no tenemos ni puñetera idea de tratar al turismo (al turismo «caro» quizá sí, aunque tengo mis dudas), porque lo bueno que tenemos nos ha venido regalado, y no sabemos aprovecharlo, ni venderlo.

Por mí, que supriman el día de la cruz. Me importa un carajo. Y que vendan la Alhambra a algún jeque árabe para que se la lleve piedra a piedra (aunque eso me dolería bastante más). Total, conceptualmente viene a ser lo mismo.

Le habló un arkángel nada seguidor de tradiciones que de repente se exalta.

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7 respuestas a “CrucesCruzadas”

  1. Jeje, yo es el primer año que estoy en Granada para verlo y la verdad es que un poco desmadre sí que es, plaza nueva por ejemplo era totalmente inaccesible de la cantidad de gente que había, que daba miedo adentrarse por allí por no saber si sería posible volver a salir jeje. Pero bueno, dentro de lo que cabe supongo que también es una tradición que conviene conservar, aunque también es triste ver que los más borrachos que estaban eran de 14 años pa abajo :-S

  2. ¿Los de 14 para abajo? Venga, hombre… Ni que les hubiera pedido el DNI.
    A mí personalmente, tampoco me gusta el día de la cruz. Pero no me gusta, más que por otra cosa, (porque yo, ni limpio las calles ni vivo en una zona afectada), porque odio la aglomeración de gente…
    En cambio, si ves a unos «fiesteros auténticos», como mis compañeros de piso, comprendes por qué les gusta.
    Todos han ligado, (menos yo, claro está), y ayer, 14 personas desconocidas durmieron en mi cama.
    A un colega se le puso a mear al lado una tía mientras se sujetaba a su pierna para no caerse y al terminar le pidió que le pusiera bien el tanga, (una rubia de infarto)…
    Qué más… Compañeros de la facultad, borrachos, cantando a voz en cuello…
    Peña que parecía tímida interpelando a gente y entablando conversación con totales desconocidos…
    Todo esto es para decir que comprendo por qué les gusta, aunque no sea mi caso y que personalmente, lo de poner cuatro crucecitas y ponerse a bailar me asquea todavía más porque ni me gustan las cruces ni ningún icono religioso ni ningún tipo de baile ni cante.

  3. Crónica del día de los días de la Cruz
    No he hecho un estudio concienzudo, pero yo diría que en mi vida he visto tanta gente en las calles de Granada.
    La excusa para formar un botellón generalizado que llena Hipercor, Plaza Nueva, Campo…

  4. Pues sí que puedo hablar y mucho del día de la cruz. La última vez que estuve en este plan fué hace 23 años, queríamos subir al albaicín, salimos 12 y a la media hora quedabamos 4, nos perdimos en Plaza Nueva entre tanta gente y eso que íbamos todos de la mano. Así que de nuevo nada, es lo mismo de siempre, quizá cambian las zonas. Y lo único que a mí me molesta es esos comas etílicos, claro que eso es cuestión de casa, de educar a que aprendan hasta cuando.

    Ahora voy por la mañana a ver las cruces porque el cuerpo no dá para más :))

  5. Yo hace ya un par de años que no salgo el día de la cruz, aunque antes me lo pasaba de lujo.
    Recuerdo un año que me pasé más de una hora con una botella vacía de pilycream en la mano, buscando una papelera. Cuando me harté, la tuve que dejar en una esquina. Luego dicen que la gente es una guarra (que no digo no), pero si no pones medios, es todavía peor.