Los informáticos guays que se dedican a eso del análisis de proyectos para pasarles luego el curro a los curritos programadores a veces se autodenominan Arquitectos de Software, que suena bastante bien, como muy «muy«.

Yo creo que me puedo definir más bien como albañil (cutrecillo) de programitas.

Y es que no es lo mismo tener tu carrera con tu reluciente título, tu experiencia en eXtreme Programming o cosas de esas complicadas, y currar en una multinacional de la leche, que haber hecho un cursillo de mierda de un par de años. Como va a ser igual, yo lo reconozco, sin ironías.

Además, que existe cierto paralelismo con el entorno físico. Quiero decir, que el que programa con un estilo determinado también arregla grifos a ese mismo estilo, por poner un ejemplo. Supongo que va en el carácter de cada uno, en la personalidad.

Les pongo dos ejemplos de esto para que puedan notar las similitudes:

Arkángel, el albañil del software:

Estoy programando una cosilla para la empresa en la que trabajo. Es un proyecto medianamente serio, puesto que van a trabajar contra los mismos datos (relacionándose entre sí solo a través de ese programa) dos departamentos de administración y el comercial.

Decidí ponerlo en bonito en papel para presentarlo a la Dirección, aclararme yo mismo las ideas (estructuras de bases de datos, procesos, etc),.. no quedó mal…

Ahora, que estoy metido en harina dandole a la tecla (este me lo voy a chupar casi yo solo, me temo), casi que cualquier parecido con el diseño previo es pura anécdota. Exagerando, claro.

Arkángel, el albañil aficionado:

Estoy echandole una mano a un amiguete que está montando los muebles de su casa a base de Pladur.

Él diseñó «más o menos» como quería que le quedaran las cosas, en un papelito, con unas medidas aproximadas…

En estos dias que hemos estado montando la perfilería en paredes y suelos, que es lo que va a determinar realmente el resultado final de la obra, hemos cambiado el diseño sobre la marcha en varias ocasiones.

No está quedando mal… Ya pondré alguna foto.

¿A que se parece bastante? Pues me temo que así funciono yo… :P Da más libertad de movimientos, si que es verdad, pero a veces me planteo si es de verdad la forma de hacer las cosas. De momento, todo va bien… Y los grifos de mi casa ni gotean ni ná…

Le habló un arkángel aficionado a cosillas.