De este modo vino a titulad D. Javied Fessed a uno de los mejodes codtos de la hidstodia del cine españod.
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Perdón, decía que he visto este corto sienes y sienes de veses, y todavía me jarto de reir cuando lo pongo. No soy un cinéfilo, aunque me guste el cine que me gusta (claro), así que probablemente mi opinión no valga para mucho… Lo que sí puedo asegurar es que es un cuarto de hora de un humor para mí muy inteligente, .. bueno vale, bastante absurdo y ligero, pero que me hace mucha mucha gracia. Y como muchos de los buenisimos dialogos (más bien monólogos) de este corto han marcado mi vida (que sí, que la han marcado, vale que no hayan sido decisivos, pero güeno), pues tenía que hacer referencia en algún sitio, o no, que es igual. El caso es que queden contentos.
Además, así de paso me acuerdo de que tengo que comprar la bombonita, que ya esta empezando a hacer frío…
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Buscando una imagen del flim en cuestión para ilustrar este absurdo comentario, me he dado cuenta de que o bien no se buscar imágenes, o que no hay ninguna que valga la pena. Y es *necesario* que se conozca este corto. Con permiso (que no lo tengo) del señor Fesser, aconsejo a todo el que quiera pasar un buen rato que lo busque por aquellos sitios en los que se encuentran peliculas… Yo por lo pronto he capturado estos fotogramillas, de algunas de las escenas que mas me gustan. Me he dejado otros… pero a 24 fps, si dura algo asín como un cuarto de hora… possss. Estoo. Muchos. Hay muchos. Pa jartarse.
Solo me queda decir:
Soplad fuelte y descublideis el único y veddadedo Secdleto de la Tlompeta.
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-Nos gustaria un comentario de su boca
-Bueno en la boca lo que tengo es flgenillo
-Bueno en la boca lo que tengo es flgenillo
2 respuestas a “El Secleto de la Tlompeta”
Me absolutamente encanta este corto.
Grandes frases memorables…
porque corrian los caballitos al amanecer?
porque pinedo hu?a de la ley?
[…] Aprovechando, nada m?s que recordar que ya se ha hablado por aqu? de otros cortos de Fesser en el pasado: el genial Secleto de la Tlompeta (ver 1/2, 2/2) y el no menos surrealista ni mosqueante Pancho y Pincho (ver). […]