Ubeda, de nuevo


Bueno, al fin fui a Úbeda, como amenazaba en un post anterior.

Y bueno, pues la verdad es que fui, me tomé un café, y me volví. :)

Aquí pongo una de las fotos que hice, a modo de prueba, y para que de paso salga mi Susi en el blog, que todavía no había hecho la aparición estelar:

Mi moto en Úbeda

La verdad es que no fue un viaje demasiado bueno, para que negarlo… yo muchas veces aconsejo a gente que hagan lo qeu les pide el cuerpo en ese momento, sin pensarlo demasiado. Y eso hice yo… a las 4 de la tarde me dije: ¡amonos a Úbeda! Y me puse en carretera… El caso es que la ida bastante bien, todavía con solecito (que buen fin de semana está haciendo).

Pero conforme estaba llegando allí pensaba: «Angel, ¿y que leches vas a ver tu en Úbeda, allí tu solo?» Total, que entrando al sitio aquel, ví un cartelito que ponía «Oficina de Información y turismo», y como que vi el cielo abierto. Bueno, pues tras un par de vueltas por el pueblo buscando la dichosa oficinita (brummm brummm) doy con ella… cerrada. Muy bien, es lo suyo, un sábado por la tarde la oficina de turismo cerrada, claro, como no hay turistas en navidad los fines de semanaaaa… Claro que también cabe que yo no diera con la puerta, poruqe me pareció cerrada pero había luces. Todo es posible, a veces desbarro para eso y más.

Así que dejé mi moto aparcada en una plaza, de Andalucía creo que se llama, y comencé a deambular sin saber muy bien a donde ir. Después de tres vueltas sin encontrar una cafetería decente, entré en una cualquiera (aaggg, que mal rollo, yo buscaba algo romanticón, con ambiente triste pero prometedor,… y se ve que eso solo pasa en las películas). Me tomé un café y me fuí. Fin.

¿Fin? Jejejeje, que va, queda el viaje de vuelta, de noche, con un frío de la leche, y yo sin la adecuada equipación… cosas que tengo, que le vamos a hacer, eso me pasa por hacer las cosas sin pensar. Y de camino para Jaen.

El caso es que ese primer tramo hasta Jaén no fue tan malo como yo preveía. Fue mi primera experiencia en carretera de noche, solo, con la moto. Y es una sensación extraña. Salvando las distancias, me vino a la cabeza un par de veces el Camino de Santiago, una sensación de soledad en compañía, tiempo para pensar,… no se, no estuvo mal. Frio, eso sí, pasé frio.

Y llegando a Jaen recordé que una amiga estaba allí, probablemente. Y de nuevo cometí el mismo error que al principio: sin pensar. Tal que la llamé para que me indicara si sabia de algún sitio barato para pasar la noche, me pareció algo bonito, una visita inesperada… Se ve que fue demasiado inesperada. Ella y sus amigos (sobre todo ellos, je), me miraban con una cara un tanto extraña. Agradeciendo sus indicaciones, carretera y manta (¡ja! ¡manta! ¡con el frio que hacia, si yo hubiera tenido una manta! jejeje).

Resumiendo, que me extiendo mucho. Una experiencia más, no tan desagradable como podía haber sido, mucho menos agradable de lo que yo esperaba.

Pero no importa. En el fondo, creo que mereció la pena.

BRUUUUUUMMMMMMMM. ;-)


3 respuestas a “Ubeda, de nuevo”

  1. Si prevees con tiempo las cosas, pasa igual: lo mismo sale bien, que sale mal… así que, otra experiencia pal cuerpo.

    P.D. Muy instructiva la revista que me dejaste. Creo que me voy a aficionar.