DeBuenasIntenciones


De buenas intenciones está empedraíco el camino al infierno, decían los que saben más que nosotros.

Y es verdad. Ya sea por el nefasto voluntarismo que algunos tenemos ejercitamos, probablemente sin darnos cuenta, o por no valorar convenientemente las implicaciones que tienen nuestros propósitos, nuestras mejores intenciones, en la vida (y obras) de los demás.

Yo peco mucho de esto, aunque me resisto a cambiar el fondo por la parte positiva que tiene. Pienso que siempre hay fórmulas nuevas de hacer las cosas, contraprestaciones distintas del dinero (malditoparné…), metodologías de trabajo a la remanguillé que distan mucho de ser ideales, pero que permiten llevar a cabo proyectos que de otro modo sería inviable aún pensar. La falta de recursos (o el exceso de ideas) anima el ingenio para buscar la forma de ejecutar. Si no se vuelve uno loco por el camino.

Sí que voy cambiando las formas, sobre todo porque cada vez más voy impicando a terceros. Por eso, cuando me piden algo suelo procurar ejercitar mi faceta más negativa, incluso pidiendo documentación por escrito de ese proyecto fantabuloso que está por hacer y será tan divertido. Incluso empiezo a escribir para mí mismo cosas. A veces, además las publico por aquí, como un reto a mi yo del futuro.

No es un buen día, hoy. Pero en realidad tampoco puedo aportarles mucho más por aquí, tendría que dar datos que no estoy autorizado a revelar.

Le habló un arkangel a medias.