Yo sé hacer muy poquitas cosas en la cocina (aunque improviso razonablemente bien, me refiero sobre todo a «saber la receta»).
¡Pero me salen unas habillas fritas más buenas…! Lo curioso es cómo aprendí a hacerlas: una vez mi idolatrado Karlos Arguiñano se animó con algo a lo que llamó «Habas con jamón al estilo de Granada», y no. Esto no eran habas granaínas.
Mi receta no es mía, desde luego: es la de mi madre, evolucionada de la de mi abuela, y supongo que la del 99% de mis vecinos. Así de sencilla (disclaimer: cualquier fallo es imputable a mi, nunca a quien me la enseñó ;-)
- Comprar habas, y un par de cebolletas. Hoy día, comprarlas ya peladas en tu tienda de barrio de costumbre (algo más caras, pero también tienen que vivir, y no se te ponen los dedos negros).
Hay que tener en cuenta lo que «menguan» las habas: para dos hay que comprar como 2 kg. y medio «en bruto» (con cáscara), para que con las dos pérdidas (los cascarabitos y el agua) queden dos platos hermosos. - Pasar por el grifo las habillas, un escurridor es buen invento para esto. Cortar las cebolletas en tiras.
- Poner en una olla exprés un chorreón bueno de aceite decente (no una mititilla, sean generosos; como ¿4-5 cucharadas soperas?). Que cubra el fondo de la olla. Añadir la cebolleta, y las habas. Y un puñaíllo de sal.
- Aquí viene lo importante: rehogar un pelín, y tapar la olla. Desde que empiece «a pitar» (la mía no pita, pero para que me entiendan), contar entre 6 y 7 minutos dependiendo de si sus habas son habitas (bien) o ya están zapateras (menos bien, pero también).
- El jamón no se lo hemos puesto, no. A mi como me gusta es pasado por la sartén y servido encima de las habas. De modo que mientras pasan esos 6 minutejos, se hacen su jamón, y fríen un par de huevos por cabeza. Que es como se comen las habas, con sus huevos.
Y ya está. Un plato delicatessen en 10 minutos.
Le habló un arkangel que cocina muy mal.