Para empezar, me lo he terminado, que no es algo que pueda decir de todas los libros que empiezo. Y además en dos o tres sentadas, lo que me viene a decir que lo he cogido con muchas ganas.

Supongo que el aroma de novela policiaca (dospuntocero) que tiene ha ayudado bastante. Cuando estás a mitad, y llegas pronto, porque se deja leer rápido, ya quieres empezar a descubrir cosas. Engancha.

Una novela así no podría escribirla alguien que no sea JJ: se le reconoce en la soltura con la que se maneja hablando de blogs, twits, social media y cualquier otra cosa relacionada con la interné. Pero también se nota que la escribe alguien que ha viajado mucho, hay guiños a las low-cost, a los trenes (frente a los buses). Y el chocolate.

Tengo que coincidir en lo que ya he leido por ahí acerca del final: demasiado rápido… Cuando ya te has identificado con Onofre (o al menos te cae simpático), y empiezas a pensar que en el fondo Niki tampoco es tan friki (o al menos le encuentras su utilidad a que lo sea), justo cuando ves que van a pasar las cosas, pues termina. O sea, hay presentación, nudo y desenlace, la historia se cuenta, pero no te deja regodearte un poco viendo como ganan los buenos.

Por resaltar un detalle, casi me quedo con el principio, acerca de lo que uno pone en su CV y lo que realmente significa. Y un buen consejo: no comas magdalenas durante una entrevista de trabajo a menos que seas ventrílocuo.

Le habló un arkángel de luxe et glamour.