Si yo te hablo acerca de un señor cirujano que además de cantar ópera (y bastante bien, por cierto), regenta un pub en el que han puesto esta misma tarde un Born to be Wild de los que te levantan el ánimo, igual tu piensas que todavía estoy borracho. Puede que lleves razón.

Pero parece ser que es cirujano, efectivamente. Y que canta ópera, eso seguro, porque yo le he escuchado practicamente entera el aria del Toreador (¡to-re-a-dooor, to-re-a-dooor!), de Carmen, de Bizet… Embobadillo del todo me he quedado.

El pub se llama Fígaro (no demasiado original después de todo, teniendo en cuenta su gusto por la ópera), y está muy cerca de la c/ Alhamar, frente al Portolano, en Granada.

A mi me ha gustado el sitio, quizá por la buena compañía en un ambiente «extraño». No es muy habitual que un camarero se te ponga a cantar de esa forma de buenas a primeras, no lo es.

Le habló un arkángel aún tarareando fragmentos de Carmen.