¿Recuerdas el juego del Yeti y el pingüino? Seguro. Pues también se arkangelizó. Y es que la curiosidad lleva a las personicas a perder tiempo en las cosas más peregrinas…
Si esta vez no votas, igual el Yeti se equivoca de pingüino =)
Le habló un arkángel que ha aprendido mucho con todo esto.