A veces gusto de salir por ahí con mi mismidad y frecuentar sitios de los que no soy para nada habitual. Creo que en el fondo de esta especie de afición mía hay algo de perverso voyeurismo, aunque en este caso sin lo erótico-festivo del asunto. Alguien me definió alguna vez a otro alguien como un vampiro de vidas ajenas, y yo tuve que callar, asintiendo con la cabeza mientras por dentro pensaba que esa frase tenía bastante sentido.
Anoche me pasé por La Tertulia, un local de esos con personalidad propia, en los que uno nada más entrar agradece que sigan existiendo sitios así, ni demasiado guays, ni absolutamente vacíos. Es complicado explicarlo.
Mi excusa de ayer fue un concierto de Bosco, un señor que toca la guitarra y canta(esto que llaman cantaautor), que ni conocía, ni creo que llegue a conocer. Pero la verdad es que yo iba a aquel bar a poder tomarme un par de cervezas solo, sin que nadie me mirara con cara rara, y poder observar.
No se me asuste nadie, que no es la cosa tan exagerada. Si al final lo hacemos todos en los locales públicos: unos miran a las niñas, otros a los niños, unos para criticar, otros para pasar el rato, alguno incluso intenta ligar… Yo ayer solo escuchaba. Leia un par de fanzines reivindico-progres, e inevitablemente escuchaba trozos de conversaciones. Es muy entretenido, no crean.
Había, por ejemplo, un muchacho que estaba intentando intimar con dos señoritas, quiero yo suponer que compañeras de clase, y al que el concierto le importaba poco más o menos que una mierda, por el tono de su voz. Un camarero argentino que estaba cabreadísimo por asuntos laborales que no eran de su competencia. Un señor que intentaba que su pareja no lo besara en público, al menos no tan ostensiblemente. Y que por cierto, no dejaba de mirarme…
En todo eso estaba cuando me di cuenta de que la inmensa mayoría de gente que va por allí se conoce. Es casi más un club social que un bar, practicamente como estar en el salón de una casa (que no era la mía en aquel momento).
Fue cuando empecé a sentirme el extraño (que no incómodo). Y como las tres cervezas que me había tomado mientras leia y escuchaba me pedían una salida, viendo que el servicio del local sería inalcanzable hasta el fin del concierto, aproveché para salir de aquel sitio que hubiera sido capaz de hacerme tomarme una, dos, tres copas, hasta que borracho hubiera terminado en casa. Estas cosas mejor en pequeñas dósis, no vaya a ser que me vuelva yo un bohemio de la fantasía de un día para otro, cuelgue los aperos de programar, y le de un susto a alguno. No no, mire usted, que yo soy un colgao, pero más normalito. Además, que no tengo yo hoy cuerpo de Góngora.
Le habló un arkángel más normal de lo que aparenta.
5 respuestas a “EspectadorDeVidas”
Tengo especial debilidad por ese tipo de lugares…
¿Podrías indicar dónde está ese? Lo mismo me paso un día en plan lobo solitario, quién sabe…
No entiendo a la gente: ¿Por qué se meten en discotecas con la música a todo volumen, a beber hasta sentirse mal, sin tan siquiera poder conversar, etc.?
Si quieren ligar, ¿cómo lo hacen? Pues será sólo viéndose… Porque poco y mal se le puede dar al palique en un ambiente como ese.
Les habló un Misósofos que no encaja demasiado bien en este mundo, (y que piensa que no hay otro.)
Esto está en C/Pintor Lopez Mezquita,3. Cerca de Gran Capitán, por dar otra referencia.
Que le aproveche.
Por cierto, sobre el tema del ligoteo en discotecas estaba yo recopilando información cuando a una amiga se le escapó la Verdadera y Unica Respuesta: los tios que ligan en las discotecas son los que bailan (bien, se entiende). Después intentó echarse atrás, aludiendo a nosequecoño de virtudes morales, que si los ojos, que ni el sexo de los ángeles… Pero yo a partir de entonces lo vi claro: jamás ligaré en una discoteca (nunca lo he hecho), ya lo he asumido, y soy bastante más feliz. :P
Hay lugares en Granada de este tipo que desconocemos muchos. Sitios donde poder tomar una cerveza tranquilamente y ver alguna actuación en directo…
Propongo un Wiki!!… lugares «diferentes» en Granada ;)
Sólo salgo para renovar la necesidad de estar solo. (Lord Byron)
Me llevaron aun sitio similar en Sevilla, un barecillo cutre en el que el dueño daba sus razones a cada uno de los clientes para que votaran NO a la constitución europea, todos se conocían de toda la vida, a mi me no me echó a la calle por pedir un mosto sin alcohol en vez de un vinito porque iba con gente influenciante, que si no nó sé yo… El caso es que este tipo de locales son lugares que veremos hoy, pero irremediablemente desaparecerán a lo largo de este, nuestro siglo XXI al que pertenecemos, y como dice Misósofos, no hay otro distinto…
P.D: Un día de estos hablaré de este sitillo en mi bitácora ;)