De todos es sabido que el trabajo diario puede resultar resulta monótono y aburrido. Pues bien, como en el sexo, esto puede cambiar con un poco de buena voluntad de las partes.

Para evitar esto a mis compañeros de curro y a mi, que somos bastante cabrones por otra parte, no se nos ocurrió otra cosa que aromatizarnos con un ambientador muy particular que nos colocaron hace unos meses en la oficina… El cacharro éste suelta un viaje de aroma a no-se-qué cada cierto tiempo (no determinado exactamente), y tiene la particularidad de disponer de una célula fotoeléctrica que cierra el circuito para no gastar pilas ni aroma de más, desaprovechándolo por la noche.

Aquí se lo presento, está un poco estropeaico el pobre por el trajín que lleva).

Este cacharrito te lo puedes encontrar en cualquier sitio dentro de nuestra habitación: encima del ordenador, colgado de la pared detrás tuya, en la mesa tapado con folios… Cualquier lugar es bueno para joder al compañero. Y llevamos nuestra tablita con las pilladas que nos hacemos y todo. Una cosa muy seria, oiga.

Para que se hagan ustedes una idea, les voy a enseñar el montaje que le he preparado hoy a mi compañero y a pesar de todo amigo, el Zycalo. Esta es su mesa:

Y esto viene a ser lo que le he preparado:

La idea era que cuando tirara de la silla hacia atrás para sentarse el post-it dejara de cubrir el sensor lumínico, de forma que el flucky entendiera que ya se había hecho de día otra vez, y soltara su primer chorro…

La pena ha sido que aquí mi colega ya me tiene muy calado, y no ha caido… Pero bueno, yo tenía este post ya medio hecho, y ya lo publico. Ya caerá, ya :))

Le habló un arkángel usando técnicas de guerrilla urbana.