Si yo fuera uno de mis amigos, me mandaba a la mierda.
Pero supongo que consiste en eso, en que no te manden a la mierda precisamente cuando peor te encuentras.
Y es que estoy un poco coñazo, sin demasiadas ganas de hacer nada, serio, apático, criticón,… Y ya en el trabajo no te digo…
Haciendo un «examen vital interior» creo que he descubierto por qué estoy así. Por pequeñas gilipolleces acumuladas. El problema es que estoy demasiado bien acostumbrado, normalmente las cosas me van tan bien que cuando me pasa algo, por tonto que sea, lo empiezo a dramatizar internamente, y me empiezo a obsesionar con el tema.
Tengo amigos, tengo trabajo, tengo casa, tengo coche, tengo moto,… Teeeengo gambas tengo chopitos tengo croquetas tengo jamón, … Perdón por la salida de tono ;-) Quizá el problema sea ese, que no necesite nada (¿o si?).
Este post autocrítico-levantador de ánimos está llegando a su fin, y no me convence demasiado… De hecho es de esos que al final se publican o no dependiendo de si lo lees antes una o dos veces.
Ah, pa empatarla, como decía mi abuelo, se me ha jodido mi cámara de fotos, por un problema de fábrica que está ampliamente comentado por internet. Supongo que estaré un mes o así sin ella, mientras la burocracia de la garantía cumple sus trámites. Así que habrá menos fotos por aquí… ( y yo que iba a trasnformar esto en un fotoblog…).
Buenoadiós.
Una respuesta a “Inaguantable”
Ánimo Angelote! (esta frase no sirve para nada, pero es mi obligación escribirla). Ea.