UnaHistoria


Una historia que me he encontrado por ahí.

Érase que se era un domingo cualquiera, como el de hoy, por ejemplo. Y viviendo ese domingo, entre otras 6.000 millones de personas en el mundo, que se dice pronto, habia un muchacho cualquiera, con cierta autodiagnosticada tendencia maniaco-depresiva, en uno de esos segundos dias…

El caso es que ese domingo se le presentaba nada más que regular. Otros dias ya había estado solo, sin planes, y a veces improvisaba sobre la marcha, salía, entraba, y todo solo. Y no importaba, todo estaba bien (más o menos). Pero no, ese domingo no salió, ni entró. Ese domingo dormitó, mientras veia películas, y andaba de un lado para otro sin saber muy bien que hacer.

Y sorprendentemente, el domingo se arregló. De la forma más tonta… Todo empezó con un correo electronico de una joven anónima, que había sabido algo de él no se sabe muy bien como, y simplemente le escribía para decirle que hola, que tal. Y eso, algo tan simple, levantó la moral de ese personajillo. Tanto como para animarse a coger unas antiguas cartas que tenía guardadas donde nadie más sabía, y que muchas veces miraba de reojo, pero no se atrevía a leer por miedo a un posible (probable) bajón de animos posterior.

Y comenzó a leer aquellas cartas, con una sonrisa en la boca, sabiendose fuerte, superados muchos, muchos miedos de hace un tiempo (con miedos nuevos, claro). Y entre las frases que leyó, hubo varias que le emocionaron especialmente, frases redactadas por una joven con la inocencia de la juventud, hace ya años, muchos años desde su punto de vista. Y se le alegró la mirada.

[…]

Aquí iba a copiar algunas de esas frases, de hecho, ya estaban escritas. Pero hubiera supuesto un hecho casi obsceno, no en un sentido sexual, sino más bien en una falta de respeto para ella, y para él.

El caso es que leer esas cartas me ha alegrado mucho, después de tanto tiempo en que me sentía mal nada más verlas. Y ya se me ha visto el plumero, ¿verdad? Jejejeje. Bueno, da igual, a todo el mundo le pasan cosas de estas algunas veces. Solo que yo hoy lo estoy escribiendo.

En tus ojos, un misterio
en tus labios, un enigma
y yo, fijo en tus miradas
y extasiado en tus sonrisas


2 respuestas a “UnaHistoria”